En México mueren 11 mujeres asesinadas al día, México es uno de los países con mayor número de feminicidios del mundo, no respeta edades van desde bebes, niñas hasta mujeres ancianas.
Lamentablemente éste confinamiento a causa del Covid-19 está dejando en evidencia otra realidad: La de las mujeres que sufren violencia de género que durante estos días tienen que estar encerradas con su agresor. Las mujeres sobrevivientes de violencia pueden enfrentar obstáculos adicionales para huir de situaciones violentas o para acceder a órdenes de protección y/o servicios esenciales que pueden salvar vidas, debido a factores como las restricciones de la circulación o la cuarentena.
Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como «todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada».
A partir de las modalidades, motivaciones y características que se han ido identificando en los feminicidios, se han venido proponiendo varias definiciones como resultado de la evidencia construida en la denuncia, registro y seguimiento de los casos que surgen diariamente, tanto en México como en varios países de Latinoamérica. Algunas de estas definiciones son las siguientes:
1. El feminicidio íntimo. Asesinato de mujeres cometidos por hombres con quienes las víctimas tenían o tuvieron una relación de conocimiento, familiar, sentimental, de convivencia u otras afines. Son el tipo más frecuente, y por lo general son la culminación de relaciones de violencia y maltrato sostenidos por años o meses.
2. El femicidio sexual. Asesinato de mujeres por quienes las víctimas no tuvieron relación sentimental o familiar, pasada o presente, precedidos o secundados por actos de violencia sexual y en los que estuvo presente la privación de la libertad de las víctimas (rapto, secuestro).
3. El feminicidio corporativo o de Segundo Estado. Asesinato por venganza o "disciplinamiento" de las mujeres, en una especie de crimen vicario, en tanto se realiza a cuenta de otras personas o de lógicas de poder colectivas instaladas en algún espacio o territorio, entre las que se pueden contar organizaciones del crimen organizado, mafias secretas, grupos de poder juramentados etc. Puede implicar secuestro, tortura, mutilación ante o pos mortem. Sus víctimas pueden ser también mujeres vinculadas o conectadas con hombres que participan en organizaciones criminales, pandillas, bandas, o de mujeres secuestradas o reclutadas por organizaciones de trata con fines de explotación sexual. También puede motivarse por acciones de "disciplinamiento" y/o represión por parte de las fuerzas de seguridad hacia mujeres activistas o mujeres de varones activistas. Se trata de una variante mas abiertamente instrumental de la violencia feminicida, en el sentido de marcar territorios de poder.
4) Feminicidio infantil. Asesinatos de menores de edad con relación de familiaridad, cuidado o conocimiento entre el sujeto pasivo y activo.
La violencia a las mujeres no está solo en el asesinato sino en las fiscalías que no responden a tiempo o en absoluto a las denuncias de desaparición, en los policías que no intervienen a los llamados de ayuda, en la comunidad que no se involucra en problemas de pareja porque “los trapos sucios se lavan en casa” y, en buena medida, en la carencia de datos unificados y minuciosamente catalogados a nivel nacional. Sin datos precisos y completos, ¿Cómo vamos a poner un alto a tantas muertes? ¿Cómo podemos diseñar políticas públicas a ciegas?
Los decálogos como el que hizo el Presidente de México, aumentar de 60 a 65 años de cárcel a los feminicidas, no van a resolver ésta crisis. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha respondido de manera inadecuada a la indignación social por la violencia contra las mujeres: ha pedido a las feministas no pintar paredes en protesta, ha dicho que las cifras se han manipulado, pidió en una de sus conferencias matutinas no hablar más de los feminicidios y hasta ha transferido la responsabilidad al “proceso de degradación progresivo que tuvo que ver con el modelo neoliberal”.
Hay escasa información de qué sucede con el cuerpo de una mujer después de que fue asesinada. En algunos casos llegamos a conocer datos por los testimonios de familiares, en la mayoría de los asesinatos no tenemos esta información que nos permita hacer un análisis a profundidad y detectar patrones.Principalmente es tener datos confiables. La información disponible ha fallado brutalmente en revelar la enorme diversidad de contextos en los que ocurre la violencia contra las mujeres. No sabemos nada sobre cómo son asesinadas las mujeres con discapacidades, muy poco sobre homicidios a mujeres trans, menos aún sobre mujeres indígenas o mujeres afromexicanas. No sabemos mucho sobre los perpetradores tampoco.
La violencia de género, hasta el 13 de abril ha cobrado más vidas de mexicanas que el COVID-19: 100 mujeres han muerto por el Coronavirus desde que irrumpió en el país el 28 de febrero, mientras que 367 han sido asesinadas en ese lapso, según el reporte diario de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, la fuente más actual de información oficial. La pandemia del COVID-19 en algún momento será superada en México. Pero la pandemia de la violencia de género, ya crónica, provocará a la larga más mortandad y destrucción de vidas si el Estado mexicano la sigue ignorando durante esta contingencia sanitaria, la cual ni siquiera está aún en su tercera fase de seis que avizora hasta ahora.
¿POR QUÉ SE PRESENTA EL FEMINICIDIO?
En este artículo deseamos proponer que existe una relación entre la crisis del orden patriarcal y el cuestionamiento a las formas de la dominación masculina por la emergencia social de las mujeres.
La información indica, igualmente, desplazamientos geográficos y rasgos regionales del fenómeno, que apuntarían hacia la existencia de contextos sociales, culturales, normativos, favorecedores de la violencia hacia las mujeres en sus modalidades más agresivas. Sin descontar la concurrencia de factores propulsores como la violencia social, la violencia criminal, la proliferación de armas y la impunidad extendida en casi todo el país, que son buen caldo de cultivo para la expansión de estas prácticas violentas. Sin duda, el mayor escándalo y la mayor indignación a que están asociados estos eventos, la tienen las autoridades responsables de perseguir y castigar estos delitos cuya actuación acusa en la mayoría de los casos no solo omisión, sino incluso falta de sensibilidad y desprecio. Por ello la indignación y el pasmo que suscitaron los feminicidios en Ciudad Juárez, no hubiera sido tan extendida, ni hubiera hecho tan tristemente famosa esa región, si no hubiera sido por la indolencia, resistencia y cara dura de las autoridades responsables de aclarar esos delitos y resarcir a las víctimas, quien hasta hoy día permanecen ciegas, sordas y mudas ante la presencia permanente de feminicidios.
En el caso de los asesinatos de mujeres considerados la forma de violencia más extrema y cruenta, entre las diversas formas de control naturalizadas y por mucho tiempo invisibilizadas del patriarcado en torno al cuerpo, las libertades y la vida de aquellas. El feminicidio conlleva un doble mensaje para las mujeres, establece los límites de que “El patriarcado no está dispuesto a que sea transgredido". Por este lado el mensaje es: "si saltas la línea te puede costar la vida". Mientras que para los hombres el mensaje es de poder, dominio y posesión. Los crímenes trazan un vínculo entre violencia-control-placer sexual como "la expresión mas extrema de fuerza patriarcal"
QUÉ HACER SI ERES VICTIMA DE VIOLENCIA?
Es importante que las mujeres que viven con una persona agresora no minimicen la violencia que están viviendo y que reconozcan que cualquier situación, por mínima que sea, puede detonar un evento violento contra ella o sus hijos e hijas, y que puedan buscar ayuda en la primera oportunidad que tengan.Crear una “red de amigas solidarias”: armar un chat de WhatsApp con tres personas de confianza o al menos avisarles y establecer con ellas palabras clave, para que en caso necesario la mujer en riesgo se las pueda enviar rápidamente y que si las amigas las reciben por mensaje, sepan que es momento de llamar a la policía o acudir a casa de esa mujer a auxiliarla. Cada persona que es violentada, asesinada, maltratada experimenta un gran dolor y se requiere de AYUDA PSICOLÓGICA para poder superarlo, aunque nunca se logre del todo. Entre las recomendaciones a las mujeres que podrían vivir esta situación, sugirió que tengan a la mano todos sus documentos de identidad, como credencial para votar y las actas de nacimiento, así como todos los papeles legales de ellas y sus hijos, en caso de que tengan que salir de forma urgente. Contar con un bolsa con varias mudas de ropa en un lugar seguro; al igual que tener a la mano los número de emergencia:
Mexico:Llamar al 800 822 4460 de la Red Nacional de Refugio, Locatel, 911, En Jalisco: 3345-6166, 01-800-00-MUJER. (http://ijm.gob.mx/linea-mujer/) www.gob.mx/pgr
Chile:Llamar al 1455
Colombia:Llamar al 123 o a la línea púrpura a través del número gratuito 01 8000 112 137 o del WhatsApp 300 755 18 46
Uruguay:Llamar al 0800-4141 y *4141 (desde el celular) Es gratuito y confidencial.
Argentina:Llamar al 114
Venezuela:Llamar al 02125093634
Perú:Llamar a la #Línea100
Erradiquemos la violencia contra las mujeres, niñas y adolescentes!!
Psic. Linda Andrade
Ced. Profesional: 4731227